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#Mundo:”La única manera de ayudar a estas personas es el alto el fuego” #FVDigital

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#Mundo:”La única manera de ayudar a estas personas es el alto el fuego” #FVDigital

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Casi dos años después del inicio de la guerra en Gaza, la situación en la Franja sigue siendo realmente crítica para los dos millones de personas que viven bajo asedio. Además de los 65.000 muertos que se estiman, cerca de 1,9 millones se han visto obligados a desplazarse de forma forzada en múltiples ocasiones y prácticamente la totalidad de la población se encuentra en situación de inseguridad alimentaria, según el sistema IPC, método utilizado por agencias como la ONU para evaluar la nutrición y la seguridad alimentaria. Alrededor de 500.000 personas, además, se encuentran directamente en una situación considerada como catástrofe o hambruna. Sin embargo, desde el pasado marzo la ayuda que ha podido entrar en el territorio ha sido prácticamente inexistente.

Por todo ello, Jean-Raphaël Poitou, responsable de incidencia en Oriente Medio de la ONG Acción contra el Hambre, ha declarado este lunes que la situación que se está viviendo ahora mismo en todo Gaza es de “hambruna catastrófica” y ha asegurado que la única manera de ponerle fin es a través del cese de los ataques. 

“En el caso del plan de paz que se está hablando ahora mismo, de lo que estamos convencidos es de que la única manera de poder ayudar a estas personas es el alto el fuego. Sin un alto el fuego ese plan no sirve porque esa sería la única manera segura que nos permitirá entrar con alimentos, con ayuda y con material para poder ayudar a la población”, ha destacado el responsable en una rueda de prensa.

Por otro lado, Vincent Stehli, director de operaciones de la organización y quien ha estado recientemente en Gaza, ha sostenido que los propios ciudadanos gazatíes no tienen “mucha confianza” en que realmente vaya a salir el plan propuesto por Trump para traer la paz. “No tienen confianza en Israel porque ya han visto que en otras ocasiones no se ha cumplido, así que no tienen confianza”. 

Además del alto el fuego, Poitou ha pedido también la liberación de todos los rehenes, la entrada masiva de alimentos y ayuda, así como que se respete el trabajo de las organizaciones y el derecho internacional: “El uso del hambre como arma de guerra está condenado y utilizarla se traduce en ataques a todo un sistema de infraestructuras, en prohibir la entrada de ayuda humanitaria, en impedir llevar alimentos, en obligar a la población a desplazarse…”. 

La situación en Gaza es “totalmente desesperante”

El día a día de la población, que reside en refugios hacinados y condiciones insalubres, es, con todas estas circunstancias, “totalmente desesperante”. Así lo ha expuesto Stehli, que regresó el sábado y ha estado ayudando en el enclave: “Hay una desesperación muy grande porque mucha gente ya se ha desplazado varias veces y no saben qué va a pasar con su futuro”. 

En su caso, tal y como ha remarcado, no era la primera vez que viajaba a Gaza, ya que la organización lleva presente en el lugar desde 2002. “Hay que recordar que el problema no empezó hace dos años, sino hace mucho tiempo”, ha subrayado en este sentido. Por ello, al volver ahora al enclave, ha sido testigo del empeoramiento de condiciones al que se enfrentan los ciudadanos gazatíes. 

“Antes todas las zonas tenían edificios y la Franja ahora es una destrucción total. No hay edificios y los pocos que hay son destruidos. Cuando empiezas a entrar más en la zona, lo único que ves son tiendas y gente buscando para meter su tienda en algún sitio o introducirse dentro de toda la población que hay”, ha explicado. 

En cuanto a la situación de hambruna que se vive, Stehli ha asegurado que en la organización cuentan con camiones esperando en Jordania con alimentos, kits de higiene y otro tipo de ayuda. Sin embargo, apunta que siempre han obtenido “retrasos y complicaciones” por parte de las autoridades israelíes para poder entrar. Asimismo, ha detallado los altos precios a los que se enfrentan los gazatíes para poder comer: “Un kilo de tomates te cuesta 20 euros y un kilo de pollo unos 100 euros. Mucha gente no tiene ni dinero ya para poder acceder a los alimentos”. 

Por todo ello, ha recalcado como muchos ciudadanos ni siquiera pueden comer: “La mayoría de la gente, si tiene suerte, come una vez al día, pero esa comida se basa en carbohidratos”. Una problemática que, ha incidido, es aún peor en el caso de niños y mujeres embarazadas: “Vi a un niño de 7 años que solamente pesaba 6,5 kilos. La prevención es clave para evitar que los menores que están al borde de la hambruna caigan en ella”. Por otro lado, ha destacado como, además de los drones y los bombardeos, a la inseguridad de la población en Gaza se le une la existencia de los grupos armados de la zona. 

Críticas a la Fundación Humanitaria para Gaza

Por otro lado, también ha criticado las acciones llevadas a cabo por la cuestionada organización estadounidense Fundación Humanitaria para Gaza: “Hay mucha gente que no puede ni acceder a esos alimentos porque los únicos que pueden ir a recogerlos son jóvenes que pueden llevar peso. En muchos casos son gente que toma este alimento y lo vende luego en los mercados. Es algo que tampoco se está haciendo dentro de los protocolos humanitarios porque son repartos que están militarizados”.

Asimismo, ha declarado que desconocen si en esos repartos realmente esa ayuda llega a parar a la población más vulnerable, que es quien más la necesita: “La gente tiene que ir muy temprano. Y esto es ‘el primero que llega es el que coge algo’. A veces vemos como se abren las cajas y simplemente el primero que llega es el primero que las coge. Además, estos puntos no se sitúan en zonas seguras, sino alejados de las zonas pobladas”. 

“Ya no hay zonas seguras”

Poitou ha destacado también que la realidad de Gaza es que “ya no hay zonas seguras” y, en este sentido, ha recordado la muerte de tres trabajadores de la organización que, de hecho, murieron en ataques producidos en zonas que se consideraban seguras. “No me quedan palabras para describir lo que está pasando. Necesitamos un alto el fuego permanente ya, como única manera para que la ayuda humanitaria entre en cantidad y seguridad necesarias”, ha añadido. 

Con todo ello, ha alertado de que la realidad es que, debido a las últimas incursiones del Ejército israelí, ya no hay organizaciones humanitarias en la ciudad de Gaza: “Se habla de zonas evacuadas. Nosotros consideramos que son zonas de desplazamiento forzado y sabemos que no hay ningún lugar seguro en Gaza”, ha añadido. 

Otro de los responsables de la organización, Luis Eguiliz, responsable de seguridad de la ONG, ha puesto sobre la mesa que los equipos humanitarios también sufren riesgos debido a los “bombardeos continuos”, los ataques de drones y a la dificultad para gestionar sus operativos debido a la alta cantidad de infraestructuras que han sido destruidas: “Tenemos herramientas como mapas, sistemas de comunicaciones, que nos permiten orientar a nuestros equipos e ir a las zonas más seguras o evitar aquellas más peligrosas para llegar a donde más se necesita”. 

Por su parte, la responsable de seguridad alimentaria y medios de vida de la ONG, Hélène Pasquier, ha detallado que ya antes de octubre de 2023 ya había grandes porcentajes de población en Gaza necesitando ayuda humanitaria urgente. Así, ha recalcado que ese número de gente ha crecido exponencialmente: “Ahora ha habido un deterioro de la seguridad alimentaria y un colapso de los sistemas de salud y eso ha sido el detonante de la desnutrición, pero también la ausencia de acceso humanitario”. 

“Podemos salvar a la gente”

Además de Gaza, la ONG también ha querido destacar la situación que se vive en Cisjordania. Poitou, de hecho, ha afirmado que “se olvida un poco” lo que está pasando en este otro punto del mapa: “El aumento de los ataques de colonos, la destrucción de olivos y sistemas agrícolas, ataques a palestinos…”. El responsable, además, ha denunciado los planes del Parlamento israelí que hablan de la propia anexión de Cisjordania: “Este espacio se ha ido reduciendo y produce una presión enorme para los palestinos”.

Lo mismo asegura que ha ocurrido en la Ciudad de Gaza, donde se calcula que siguen unas 200.000 personas: “Muchas no han querido irse porque quieren morir juntos. Nos dicen ‘tenemos dos opciones, la muerte o la descripción’ y queremos estar aquí”. Por todo ello, la organización ha reiterado la puesta en marcha de un alto el fuego inmediato para poder actuar: “Podemos salvar a la gente que está en esta situación crítica y podemos revertir esta situación, pero se necesita la entrada masiva de ayuda y que nuestros equipos se desplacen a todas las zonas”. 

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