Activistas de la Flotilla Global Sumud han criticado en Turquía las condiciones de su detención en Israel, donde aseguran que se les privó de comida y agua, y denunciaron que la activista sueca Greta Thunberg ha sufrido golpes y un trato degradante.
Un total de 137 activistas, 36 turcos y 101 de otras nacionalidades, han aterrizado en Estambul este sábado a bordo de un avión de Turkish Airlines, procedente de Israel.
A su llegada, se quitaron el uniforme que, según han dicho, las autoridades israelíes les obligaron a vestir, y corearon consignas como “Palestina libre” al bajar del avión.
En declaraciones a medios locales desde el aeropuerto, varios activistas han criticado las condiciones de su detención, afirmando que estuvieron con las manos atadas a la espalda, sin recibir agua ni alimentos durante entre 36 y 40 horas, y que incluso intentaron beber agua del inodoro ante la falta de líquidos.
La activista turca Aycin Kantoglu ha relatado que cuando a varias mujeres les quitaron sus pañuelos, otras compañeras que no los llevaban se quitaron las camisetas para ayudarlas a cubrirse la cabeza.
También ha asegurado que a Thunberg la esposaron, le pusieron una bandera israelí en las manos a la fuerza y “la golpearon”.
“Nos hicieron registros corporales una vez tras otra, incluso nos revisaron los dientes. Pero no lograron intimidarnos”, declaró al canal NTV.
“En prisión vi paredes con lemas como ‘Palestina libre’. Seguimos gritando consignas mientras nos maltrataban”, ha añadido.
Otro activista turco, Ersin Celik, ha afirmado en declaraciones a CNNTürk que “Greta fue torturada de forma grave, la arrastraron por el suelo e intentaron forzarla a besar la bandera israelí”.
“Greta es solo una niña, pero la atacaron deliberadamente. Trataron de criminalizar a toda la flotilla a través de ella”, ha agregado.
Bekir Develi, también activista, ha denunciado que fueron esposados con las manos a la espalda y los dejaron expuestos al sol durante más de cuatro horas.
“Estuvimos 24 horas en prisión sin agua ni comida. Nos trataron con brutalidad”, ha sostenido en declaraciones al canal CNNTürk.
Otro testimonio ha añadido que en la madrugada irrumpieron en sus habitaciones con perros y guardias armados, impidiéndoles dormir con constantes interrupciones.
Durante el recibimiento en Estambul, los activistas leyeron en voz alta los nombres de los ciudadanos turcos que aún permanecen detenidos en Israel y exigieron su repatriación inmediata.
Según las autoridades turcas, otros 14 ciudadanos turcos siguen en territorio israelí y serán devueltos tan pronto concluyan los trámites correspondientes.
Los barcos de la Flotilla con ayuda humanitaria fueron interceptados en aguas internacionales, a unas 70 millas náuticas de la costa de Gaza, una zona donde la Armada israelí patrulla, aunque no tiene jurisdicción legal.
El Ejército israelí justificó la operación porque las embarcaciones se dirigían a “una zona de combate activa”.
Las autoridades israelíes trasladaron y recluyeron a los alrededor de 450 activistas que viajaban en la Flotilla en la prisión de Saharonim, en el desierto.