Dos años de guerra han convertido a Gaza en un páramo de devastación y sufrimiento. Desde los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023 que dejó más de 1.200 muertos y 250 personas secuestradas (una cincuentena aún retenidas en la Franja), la ofensiva israelí en represalia por el atentado ha dejado 66.000 muertos, entre ellos 20.000 niños, según las cifras del ministerio de Sanidad gazatí, controlado por la milicia islamista. Más de 167.000 personas han resultado heridas, 42.000 con lesiones graves o que requieren largos periodos de rehabilitación, incluyendo 5.000 amputaciones, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La crisis humanitaria se profundiza con la desnutrición: 457 personas han muerto por hambre, según los hospitales de la Franja. Desde que se declaró oficialmente la hambruna en agosto de 2025, se han registrado 172 muertes adicionales por esta causa. La escasez de recursos hospitalarios, las restricciones israelíes a la entrada de ayuda humanitaria y los desplazamientos forzosos mantienen a la población al borde del colapso, mientras los bombardeos y la ofensiva asolando la Franja.
Esta es la sucesión de hechos que ha llevado a una guerra en el corazón de Oriente Próximo en un conflicto armado entre israelíes y palestinos que se extiende en el tiempo desde la creación del Estado de Israel en 1948.
7 de octubre: ataque de Hamás a Israel
Hamás realizó el 7 de octubre de 2023 un ataque sorpresa y sin precedentes a Israel, con el lanzamiento de miles de cohetes desde la franja de Gaza, 5.000 según las fuerzas palestinas y 2.200 de acuerdo con el Ejército de Israel. Además, el grupo islamista desarrolló una incursión extraordinaria en territorio israelí: un millar de militantes ocuparon más de 20 kilómetros, 15 localidades y tres bases militares en norte y sur. En esta operación tuvo lugar la masacre en el festival muscial Supernova en el que 364 jóvenes fueron asesinado y 40 secuestrados. Además, Hamás llevó a cabo un bombardeo masivo en varias ciudades de Israel, entre ellas Tel Aviv. Dos centenares de israelíes fueron secuestrados y trasladados como rehenes a Gaza durante la operación.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, alentó a la población palestina de la Franja de Gaza a huir de ese territorio advirtiendo que convertirían en “ruinas” los lugares en los que estuviese Hamás. “Los destruiremos y vengaremos con fuerza”, manifestó el mismo día de la ofensiva Netanyahu, que ha reconocido que su país se ha embarcado “en una guerra larga y difícil” y que van a continuar “sin tregua hasta alcanzar los objetivos”.
8 de octubre: Israel contrataca
La operación militar de Hamás trajo la inmediata respuesta de Israel, que declaró el estado de guerra por primera vez desde 1973 e inició la Operación Espadas de Hierro. El Ejército recuperó el control de todas las zonas ocupadas por Hamás en tan solo dos días -confirmando el hallazgo 1.500 cadáveres de miembros del grupo islamista- y emprendió una intensa campaña de bombardeos sobre Gaza.
La Franja de Gaza sintió desde el 7 de octubre la fuerte represalia de Israel, que buscaba “aplastar y destruir” al brazo armado. Pero no fue el único punto. Ese mismo día Hamás pidió a “los musulmanes de todas partes que lancen un ataque”, lo que desató abundantes enfrentamientos con víctimas mortales en Cisjordania, así como un cruce de combates aéreos entre el Ejército israelí y Hezbolá (asentada en el sur de Líbano). Al mismo tiempo, Israel vinculó a Irán con el ataque de Hamás.
Octubre 2023: Bombardeos, corte de suministros y desplazamientos
Durante octubre de 2023, tras los primeros ataques, Israel intensificó su ofensiva en la Franja de Gaza con una campaña de bombardeos masivos y la imposición de un bloqueo total que cortó suministros de agua, electricidad, combustible y bienes básicos. La planta eléctrica de Gaza dejó de funcionar, lo que agravó la crisis humanitaria y afectó a hospitales, comunicaciones y abastecimiento de agua. La ONU y distintas ONG advirtieron sobre el riesgo de colapso sanitario y de escasez extrema de recursos.
En la segunda mitad de octubre se multiplicaron los desplazamientos internos, con cientos de miles de personas huyendo hacia el sur de Gaza ante el avance de la ofensiva israelí. El Ejército israelí urgió el 13 de octubre a la población gazatí a desplazarse ante una inminente incursión terrestre por el norte de Gaza. 1,4 millones de personas -dos tercios de la población gazatí- se refugiaron en el sur del enclave. Las cifras de muertos y heridos civiles crecieron rápidamente y a finales de mes la situación humanitaria era calificada de crítica por organismos internacionales. Mientras tanto, gobiernos y organizaciones internacionales expresaron alarma por el alto número de víctimas y pidieron garantizar el acceso de ayuda humanitaria.
Noviembre 2023: Israel entra en Gaza
Israel dio comienzo el 27 de octubre a su fase 2, con una ofensiva militar terrestre en la Franja desde el norte para eliminar “focos de resistencia”, que continuó con la llegada de soldados a la ciudad de Gaza el 2 de noviembre. Algunas zonas comenzaron a verse totalmente borradas del mapa por los ataques aéreos, la cifra de muertos ya superaba los 10.000 y la Franja quedó partida en dos. “Hoy hay una Gaza al norte y otra Gaza al sur”, afirmó entonces el portavoz militar de Israel, Daniel Hagari.
Los ataques a campos de refugiados palestinos se sucedieron con relativa frecuencia. El campo de Jabalia se destruyó casi por completo al ser bombardeado el 1 de noviembre, matando decenas y dejando cientos de heridos. Hacia el final del mes, el 24 de noviembre entró en vigor un alto el fuego temporal mediado por Qatar y Egipto, que se extendió hasta el 30 de noviembre. Durante ese acuerdo, se pactó la liberación de 110 rehenes retenidos por Hamás y 240 palestinos capturados por Israel. Un alto al fuego que permitió al grupo islamista reagruparse y dio un respiro a la población gazatí.
Diciembre 2023: una tercera fase “más intensa” en el sur
Tras 60 días de guerra y ante un incumplimiento de la tregua del que Israel y Hamás se acusaron mutuamente, regresaron las hostilidades. Para este punto de la contienda, Netanyahu adelantó haber “eliminado a la mitad de los comandantes de Hamás”, algo que no evitó que la tensión creciese como la pólvora: los bombardeos sobre Gaza se intensificaron, Israel completó prácticamente su presencia en el norte de la Franja y el Ejército inició una tercera fase de actividad militar “más intensa”, centrada ahora en el sur del enclave.
Con este nuevo objetivo bélico, Israel bombardeó sobre Beit Lahia, Jan Yunis y el campamento de Al Maghazi. Los ataques llevaron a cientos de miles de gazatíes a desplazarse a otras zonas como Rafah, donde se refugiaba la mitad de los casi 2 millones de desplazados en la Franja. La ONU advirtió entonces de que ya no había “lugar seguro” en el territorio.
Enero, febrero y marzo 2024: lejos de un alto al fuego
En los primeros meses de 2024 la ofensiva israelí contra la Franja de Gaza se mantuvo con bombardeos y operaciones terrestres que agravaron la crisis humanitaria: entradas de ayuda intermitentes y bloqueos en pasos fronterizos complicaron la llegada de suministros. En Gaza, continuaron los bombardeos -sobre todo en el centro y sur de la Franja- y se produjeron “intensas batallas” que dejaron uno de los ataques más mortíferos en el Ejército israelí, con 21 soldados muertos, lo que llevó a Netanyahu a manifestar su deseo de “victoria más absoluta”. En enero adquirió protagonismo la escalada de la tensión en el mar Rojo, donde los rebeldes hutíes de Yemen acentuaron sus ataques sobre buques comerciales que se dirigían a Israel -ofensivas que comenzaron en noviembre-, lo que trajo una fuerte respuesta militar de Reino Unido y Estados Unidos.
La comunidad internacional reclamó con más contundencia un “alto al fuego” urgente. Sudáfrica acusó a Israel llevar a cabo una “conducta genocida”, llevándolo antes la Corte Internacional de Justicia. A su vez, ambos bandos (Israel y Hamás) fueron acumulando muertes de figuras destacadas en el conflicto como el número tres de Hamás, uno de los planificadores del 7 de octubre, que cayó bajo un ataque israelí.
Abril, mayo y junio 2024: Rafah en el punto de mira
En abril fue el mes en el que las operaciones militares de Israel en Gaza menguaron, con la retirada de todas las tropas israelíes del sur de la Franja, así como del hospital de Al Shifa. Sin embargo, el foco se puso en Irán. El 1 de abril un bombardeo israelí mató a dieciséis personas en la embajada iraní en Damasco, entre ellas dos civiles y varios militares.
El mayo cambió radicalmente el ritmo, todas las miradas se pusieron sobre Rafah, la localidad sureña de Gaza. Israel entró con tanques, tomó el control del paso fronterizo en el sur y este del enclave e inició una operación complementada con ataques aéreos en la ciudad con el fin de eliminar a los líderes de Hamás que, según el Ejército, allí se encontraban. Esta operación provocó el desplazamiento de más de 900.000 gazatíes que huyeron de esta zona a otros puntos de la Franja, mientras Hamás respondía con ataques aéreos sobre Tel Aviv. Fue a finales de este mes cuando el Gobierno de España reconoció al Estado de Palestina y reclamó la ‘solución de dos estados’ para resolver el conflicto.
La ofensiva israelí en Gaza continuó causando miles de muertos mientras Netanyahu enfrentaba crecientes presiones internas y protestas, lo que derivó en la disolución del gabinete de guerra. Con un acumulado de 36.000 muertos en ocho meses, EE. UU. presentó un plan de alto al fuego que Hamás valoró positivamente y que Israel consideró insuficiente.
Segundo semestre de 2024: asesinato del líder de Hamás
Durante julio de 2024, la ofensiva israelí en Gaza continuó mientras el conflicto se expandía geográficamente. Hezbolá atacó los Altos del Golán, y Israel respondió el 30 de julio con un ataque en Beirut que mató a Fuad Shukr, alto líder de Hezbolá. Al día siguiente, el 31 de julio, fue asesinado en Teherán Ismail Haniyeh, líder de de Hamás. El grupo islámico culpó directamente a Israel del asesinato, y este se lo acabó atribuyendo meses más tarde.
En agosto y septiembre, la tensión aumentó en la región. En Gaza, los fallecidos superaron los 40.000 en diez meses mientras Israel realizaba nuevas ofensivas en Jan Yunis y Hamás respondía con ataques a Tel Aviv. A finales de agosto, se produjo el mayor intercambio de fuego entre el norte de Israel y el sur del Líbano desde 2006. En septiembre, ataques israelíes en territorio libanés provocaron decenas de muertos y miles de heridos; Hezbolá confirmó la muerte de su líder Hasán Nasrala, y Hamás reportó la muerte de su comandante Fatah Sharif Abu Al Amin en el sur de Líbano. A principios de octubre, Israel intensificó bombardeos en Beirut y comenzó incursiones terrestres en el sur de Líbano, mientras Irán lanzó casi 200 misiles sobre Tel Aviv, elevando la tensión regional.
Desde noviembre hasta enero de 2025, Israel aumentó su ofensiva en Gaza con bombardeos estratégicos sobre la cúpula militar de Hamás. Las negociaciones para un alto el fuego se prolongaron en Doha durante noviembre y diciembre, el cual acabó entrando en vigor el 19 de enero de 2025.
Primer semestre 2025: alto al fuego sin posterior acuerdo
Durante el primer semestre de 2025, el conflicto israelí-palestino experimentó una escalada significativa, marcada por intensas operaciones militares, tras el respiro en enero que otorgó el alto al fuego. Una tregua mediada por Catar, Egipto y Estados Unidos, en la que ambas partes se acusaron entre sí de violarla en repetidas ocasiones. Finalmente terminó el acuerdo en marzo sin que Hamás e Israel alcanzaran un acuerdo para poner fin al conflicto.
La comunidad internacional intensificó los esfuerzos diplomáticos para alcanzar una tregua duradera. Sin embargo, las negociaciones se vieron obstaculizadas por la desconfianza mutua y la falta de avances concretos. Mientras tanto, la situación humanitaria en Gaza se deterioró aún más, con el veto a la ayuda humanitaria, exacerbando el sufrimiento de la población civil.
Julio y agosto 2025: la ONU declaró la hambruna en Gaza
Durante el verano de 2025, el conflicto en Gaza se intensificó significativamente, con un aumento alarmante en las víctimas civiles. El 31 de agosto, al menos 66 palestinos murieron en un solo día, mientras que el 30 de agosto, otras 85 personas fueron asesinadas, 43 de ellas en la ciudad de Gaza. La Cruz Roja Internacional advirtió que no era posible una evacuación en masa de la ciudad debido a la falta de lugares seguros para albergar a los desplazados y la imposibilidad de garantizar una evacuación digna y segura. Además, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) señaló que no había posibilidad de una evacuación en masa de la Ciudad de Gaza debido a la falta de lugares capaces de absorber a esa población, lo que resultaría en un desplazamiento forzoso adicional.
La ONU declaró de manera oficial la hambruna en la Gobernación de Gaza, donde está ubicada la capital, Ciudad de Gaza, en el centro norte de la Franja. La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que más de medio millón de personas se encontraban en condiciones de hambruna.
Septiembre 2025: Trump presenta su plan de paz
La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó el 12 de septiembre por una amplia mayoría una resolución de apoyo a la conocida como Declaración de Nueva York, impulsada por Francia y Arabia Saudí para abogar por una próxima solución de dos Estados entre israelíes y palestinos. El texto salió adelante con 142 votos a favor, entre ellos el de España, y diez en contra, incluidos los de Israel, Estados Unidos, Argentina y Hungría. Otros 12 países optaron por la abstención.
Por su parte, el presidente de EE. UU., Donald Trump, presentó un plan de 20 puntos para poner fin al conflicto, junto con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. Este plan propone un alto al fuego inmediato, la liberación de todos los rehenes israelíes en un plazo de 72 horas, el intercambio de prisioneros y la desmilitarización de Gaza. Además, se contempla el establecimiento de una administración temporal liderada por una comisión internacional compuesta por Trump y el ex primer ministro británico Tony Blair, con el objetivo de supervisar la transición política en la región.
Octubre 2025 – Actualidad: punto crítico del conflicto
La situación en Gaza puede haber cambiado tras el ultimátum emitido por el presidente de EE. UU., Donald Trump, a Hamás. El 3 de noviembre, Trump estableció un plazo hasta el domingo 5 de octubre para que la organización islámica aceptara su plan de paz. Trump advirtió que, de no aceptarse, se desatarían represalias militares sin precedentes: “Un infierno como nunca antes se ha visto”. Dicho y hecho. Horas después el grupo islamista aceptaba el plan de paz y la liberación de los rehenes.
En paralelo, la comunidad internacional ha intensificado su presión sobre Israel debido a la interceptación de la Flotilla, una iniciativa de ayuda humanitaria que intentaba romper el bloqueo naval de Gaza. Todas las embarcaciones han sido abordadas por Israel y la mayoría de sus tripulantes permanecen en una prisión en el desierto a la espera de ser deportados a sus respectivos países. La detención de las embarcaciones ha provocado protestas masivas en todo el mundo, exigiendo el fin del bloqueo y el acceso humanitario a Gaza.